Nº 16. Garganta del río Cares

Recorrido:     

Salida del hotel (Mirador de Cabrales) donde hemos pernoctado. A unos trescientos metros del mismo sale una senda por la derecha, (hay que ir con un cierto cuidado ya que la salida no está todo lo clara que debiera), inicio de la Senda del Cares. Otra alternativa posible, y poco recomendable, consiste en continuar por la margen izquierda del río, siguiendo la pista asfaltada que estrechándose poco a poco  acaba convirtiéndose en una senda que muere al cabo de unos veinte minutos de marcha. 

A partir de este punto se  podría continuar utilizando otra senda estrecha, empinada y muy degradada, con mucha piedra suelta, que sube, después de una larga y peligrosa ascensión, hasta encontrar la Senda utilizada habitualmente. Según nos informan en el hotel esta segunda opción presenta  dificultades y ya le ha costado un disgusto serio a más de uno que la tomó por error o por exceso de confianza. Una vez localizada la senda “buena” ya no hay posibilidad alguna de cometer una equivocación. Sin abandonarla acabaremos sanos y salvos en Caín. 

La vuelta al punto de partida siguiendo necesariamente el mismo recorrido pero en sentido inverso.




Tiempos:

Poncebos – Caín: 2h 45m
Caín – Poncebos: 2h 45m
 
Total marchando: 5h 30m
 
Total descansos: 2h 00m


Total recorrido: 7h 30m


Comentarios: 

Participantes Chemari y Floro. Fecha: 26-4-2001. A Caín llegamos sin hacer ninguna parada, el panorama es sorprendente, espectacular. El sendero que recorre la garganta esta magníficamente conservado, de hecho nos tropezamos con varias personas trabajando  en tareas de mantenimiento tanto del camino propiamente dicho como en la reparación de los diferentes puentes que hay sobre el río, ya que el sendero cambia, en la última parte del recorrido, varias veces de margen para aprovechar las facilidades que da la topografía del terreno. Se lo ha visto en fotografías, en la televisión, todos hemos escuchado descripciones de gente que ha hecho este recorrido, pero todo se queda pálido ante lo formidable del espectáculo. Creo que la mejor forma de disfrutarlo es siguiendo el sendero tal como lo hemos hecho nosotros, es decir, río arriba, ya que el paisaje se va haciendo cada vez más impresionante, más formidable, según se va caminando hacia Caín. 

En Caín, en un bar-restaurante llamado “La Senda”, tomamos café (125 Ptas.) y descansamos unos minutos. Estando a la vista de la subida al Murallón de Amuesa ( popularmente conocida como La Puntilla ) nos paramos a comer junto a un canal que lleva agua, desde una presa situada algo antes de llegar a Caín, hasta una central eléctrica ubicada unos metros aguas abajo del hotel, en Poncebos. Es posible que el Sendero del Cares exista por que fue una necesidad para la construcción del canal, aunque ahora gracias al auge del turismo el protagonismo sea del sendero y el canal haya pasado a un segundo plano. 

Día espléndido de sol y de temperatura, sobre todo tratándose de Asturias y de esta época del año, una auténtica lotería. Nos cruzamos con un numeroso grupo de la “tercera edad” que no van muy finos. También coincidimos con dos catalanas que se nos quejan de los precios de Bulnes; para su tranquilidad las informamos de  que en Caín posiblemente las traten mejor dado que 125 Ptas por un café es de lo más normal. A una de ellas Chemari la “regaña” por que lleva el macuto mal colocado. Se lo pone como Dios manda. Hay que hacer patria, estoy seguro de que se llevaron una buena impresión de dos caminantes mesetarios y centralistas.
 

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