Nº 3. Hoces del Río - Riaza


La marcha comienza en el pueblo de Valdevacas de Montejo, provincia de Segovia. Se trata de un recorrido circular perfectamente señalizado en toda su longitud, si bien nosotros introdujimos una variante al final del mismo para acortarle un poco ya que lo restante no aportaba mucho a la marcha.
Se toma el Camino de Casuar y a los pocos minutos nos encontramos con una barrera que impide el paso a los vehículos no autorizados. En ese mismo punto hay un cartel con un plano indicativo del recorrido.

El Camino de Casuar se va encajonando según avanzamos hacia el Riaza para ya junto al río abrirse formando una gran explanada. Allí podremos contemplar lo que queda de la iglesia de un convento ya desaparecido; el ábside de la misma se conserva en bastante buen estado. La roca, casi vertical, que se alza al otro lado del río lleva el sugestivo nombre de Peñafueros.

Desde aquí río arriba hasta llegar a la Presa de Linares que nos va impedir el paso. Se impone por tanto darnos la vuelta hasta llegar de nuevo a las ruinas de la iglesia. Durante el recorrido podremos disfrutar del espectáculo de las Hoces, motivo principal de la marcha.

Volveremos a Valdevacas siguiendo la senda que sube serpenteando hasta la cima del roquedo que tenemos enfrente; una vez salvado, éste nos lleva de nuevo al Riaza. Antes de llegar a la orilla nos encontraremos con una encrucijada: por la derecha iríamos al pueblo de Montejo y tomando la izquierda la senda nos llevará a Valdevacas, final del recorrido. Es un paisaje de una gran belleza con enormes rocas de caprichosas formas y abundancia de árboles que forman el característico bosque de ribera.

Al margen de la marcha hemos considerado interesante recoger lo que dice Ian Michael en su edición del Poema de Mio Cid en una de las notas de la página 247 de la cuarta edición publicada por la Editorial Castalia en su colección Clásicos Castalia, ya que en ella se cita a Valdevacas de Montejo.

El poema describe el episodio del maltrato que doña Sol y doña Elvira, hijas de don Rodrigo Díaz de Vivar, reciben por parte de sus esposos los infantes de Carrión. El suceso tuvo lugar en un paraje conocido como “rrobredo de Corpes”. Seguidamente nos remitimos literalmente a lo que dice Ian Michael en la citada nota:

rrobredo de Corpes: el problema de la ubicación del robledo de Corpes ha generado mucha controversia. Menéndez Pidal, ed. Crít., p.54, notó la gran importancia del documento del año 931, por el cual el conde Fernán González y su madre Mumadueña hacen una donación territorial al monasterio de San Pedro de Arlanza y que reza en parte: “de parte orientale de cabo de Congusto et de illo moiolo usque in castro de Mezelbardon cum suas ecclesias, et per illa Penna Rubia, et per summo lumbo usque ad uiam maiore, et per illos Ualles que exeunt ad Corpes usq ue in cabo de Ualles ad illas coronas, siue de contra Montego usque ad illa quintana que est de Steuano Euenarias in Ual de Uacas”. De los lugares conocidos mencionados, Valdevacas está a unos 32 Km al N.N.O. de Riaza y 4 Km al S.O. del río Riaza. Montejo está a 3Km al N. de Valdevacas, junto al río Riaza, y Peña Rubia de Montejo y Peña Rubia de Casuar quedan al E. de Montejo, todos a una distancia entre sí de 3Km……”

La nota sigue con más comentarios pero lo que queríamos aquí hacer notar es el hecho de que este pequeño pueblo de Valdevacas con apenas 20 habitantes en la actualidad aparezca relacionado nada menos que con el Poema de Mio Cid.

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